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Alimentos funcionales: aclarando el concepto

Es común que existan ciertas dudas del beneficio que traen a nuestra salud el consumo de ciertos alimentos. A veces la respuesta puede ser abstracta y difícil de englobar para todo contexto en el marco de la salud humana.

Los alimentos funcionales, o también denominados alimentos nutracéuticos, cumplen una función específica relacionada con la salud de la persona que los consume. Además de su valor nutritivo contienen componentes que incluye sustancias biológicamente activas que ofrecen efectos positivos adicionales para la salud que ha sido evidenciado por la literatura científica en los últimos años. 

¿Dónde surge?

El concepto de alimento funcional se originó en Japón, en el siglo XX, donde específicamente en los años 50s, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció programas de enriquecimiento de alimentos para luchar contra la desnutrición. Fue entonces que, en los 80s, el gobierno japonés introdujo el concepto de los alimentos como una vía para mejorar la salud de su población, entendiendo que una alimentación adecuada y funcional brinda acceso a una mejor calidad de vida. En base a esto, se propusieron leyes enfocadas en la investigación y la promoción de éstas, las cuales siguen vigentes actualmente.

Es importante recalcar que los efectos beneficiosos de un alimento funcional se presentan cuando es consumido de forma habitual dentro de una dieta óptima y equilibrada.  Entre los nutrientes más frecuentes en estos alimentos podemos incluir a la fibra dietética, vitaminas y minerales, fitoesteroles y ácidos grasos insaturados. La fibra dietética sirve principalmente para prevenir el estreñimiento y normalizar el movimiento del tracto digestivo; mientras que las vitaminas que se adicionan con más frecuencia son la D, E y las del grupo B.

En cuanto a los minerales que más se consumen habitualmente figuran algunos como el Hierro, Calcio, Yodo, Zinc y Fósforo.  Ahora bien, los fitoesteroles son sustancias que absorben el colesterol de baja densidad (LDL) o “colesterol malo” como se conoce comúnmente, contribuyendo a reducir el hipercolesterolemia; los ácidos grasos más esenciales como el omega 3, 6 y 9 (ácido linolénico, linoléico y oleico, respectivamente) son los que se adicionan con mayor frecuencia cuando se elaboran productos la leche y margarinas vegetales.

¿Cómo identificarlos?

Los alimentos funcionales se dividen en dos categorías principales, los alimentos naturales y modificados.Los naturales hacen referencia a los alimentos tradicionales,

que no han sido modificados en su forma natural y biológica como el pescado, que es una excelente fuente de omega 3 y ha demostrado que tiene un efecto en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Los alimentos funcionales modificados son 

los que se le adicionan componentes bioactivos o se les limita un componente propio de ese alimento como pueden ser las leches desnatadas, que entraría en una categoría en las que se le retira un componente con objetivo favorable para cierto grupo de individuos.

A continuación, se presenta una lista de algunos alimentos funcionales naturales y modificados:

Naturales

  • Aceite de oliva 
  • Cítricos 
  • Frutos secos
  • Tomates 
  • Soja
  • Ajo

Modificados

  • Mermeladas con edulcorantes en lugar de sacarosa 
  • Leches enriquecidas con calcio 
  • Zumos enriquecidos con vitamina C
  • Yogures enriquecidos con vitamina A y D 
  • Productos sin gluten

Podemos concluir…

En los alimentos podemos encontrar una extensa variedad de beneficios para la salud del ser humano y de igual forma, existe un amplio campo de investigación con el objetivo de encontrar la solución a enfermedades o problemas metabólicos, a través de  nuevas tecnologías con las que se pueden alterar los productos para el provecho de personas de grupos específicos como embarazadas, personas de la tercera edad, niños en crecimiento, personas con dietas especificas o individuos con un tratamiento farmacológico. De igual forma es esencial recalcar que un alimento para ser considerado funcional, debe producir efectos beneficiosos o preventivos en el cuerpo humano, aparte de sus propiedades nutricionales inherentes y que este sea consumido habitualmente por medio de la dieta la cual debe cubrir las necesidades de cada individuo. Es importante tener en cuenta que para aprovechar los beneficios de estos alimentos y considerar la manera en cómo incluirlos en la dieta habitual, se debe tener la orientación y guía de un profesional del área de la salud.

Fuentes 

  1. de Heredia B, Rosario M. Alimentos funcionales. Farm Prof ;30(3):12–4.2016
  2. Kuklinski C. Nutrición y Bromatología. 1 a Ed. Barcelona: Ediciones Omega. 2003
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