El consumo de alimentos ultraprocesados (UP) es muy frecuente en la alimentación de la gran mayoria de la población mexicana, por una parte, la clase media distribuye su alimentación en partes similares entre alimentos poco procesados y productos UP, sin embargo, las familias de ingresos bajos destinan mayor porcentaje de sus ingresos a este tipo de alimentos que suelen ser menos costosos y más disponibles en diversos comercios.

Esta dinámica de alimentación, aunada a la poca o nula actividad física, ha propiciado un mayor aumento de enfermedades crónicas degenerativas en la población mexicana lo cual sigue en aumento debido a los inadecuados hábitos alimenticios, aumentando así, la prevalencia e incidencia de la obesidad. Estudios han concluído que el consumo de UP eleva el riesgo de enfermedades como diabetes, cáncer, y enfermedades cardiovasculares.
¿Por qué se procesan los alimentos?
La mayoría de los alimentos están procesados hasta cierto punto, aunque sea sólo para su conservación o preservación, así que el hecho de que un alimento esté procesado no necesariamente es algo negativo, pues pretende que los alimentos puedan ser transportados a otros lugares donde no hay acceso a alimentos frescos.
Asimismo, procesar los alimentos ha permitido diseñar productos más ricos, prácticos y diversos, así como extender su vida útil y seguridad, que en consecuencia, disminuye el desperdicio de comida y preserva la calidad nutricional del producto.
También el procesamiento ayuda a cubrir necesidades específicas como el veganismo, formas de alimentación en ciertas religiones y la fortificación de ciertos productos para nutrir y ayudar en deficiencias de poblaciones específicas.
El problema con los UP, es que debido a la facilidad de obtenerlos y su sabor tan agradable e hiperpalatable, las personas son muy susceptibles a reemplazar estos por otros grupos de alimentos menos procesados, que ofrecen múltiples beneficios y deben ser incluidos en la alimentación para una mejor salud y calidad de vida.
¿Cómo clasificarlos?
Una manera práctica de identificar un producto UP es checar si en su lista de ingredientes contiene al menos una de las características de la clasificación NOVA, que es un sistema que agrupa los alimentos en 4 grupos, según la extensión y finalidad del proceso industrial.
Esta clasificación hace más fácil el entendimiento de las características específicas de los ultraprocesados y así poder ser conscientes de los problemas de salud asociados a su consumo.


Una forma sencilla para darse una idea de qué tan procesado está un producto, es revisando su lista de ingredientes, entre más ingredientes tenga, más procesado estará, y el primer ingrediente en la lista es el que más compone ese alimento, mientras que el último ingrediente en la lista es el que menos está presente.
No todos los UP son perjudiciales para la salud
No todos los UP deben ser evitados, ya que muchos de estos pueden formar parte de una dieta balanceada, inclinada a una buena salud. Demonizar todos los productos que contengan aditivos puede llevar a una alimentación que no sea sostenible, ya que aparte de que la alimentación debe ser equilibrada también es un placer y debe ser disfrutada, entonces el incluir algunos de estos productos puede ser positivo.
Entre los alimentos procesados o UP que son saludables y ofrecen nutrientes importantes, se incluyen el aceite de oliva extra virgen, el tofu, el pan 100% integral y el yogur (por mencionar algunos).
Frutas y verduras congeladas
En un estudio que evaluó la pérdida de nutrientes en frutas y verduras congeladas contra las frescas, se observó que la mayoría de las vitaminas de estas, se conservan en sus versiones congeladas e incluso, en algunas se encontraron cantidades más altas de ciertas vitaminas en la versión congelada que en la versiones frescas, esto es debido a que si el transporte de estas no se realiza con las condiciones óptimas, pueden perder parte contenido nutrimental con el tiempo, y el congelar las verduras, en muchos casos permite preservar los nutrientes por más tiempo.
De hecho, se ha observado que las personas que obtienen frutas y verduras de fuentes frescas y congeladas son los que consumen mayores cantidades de estos alimentos en general, contra las que sólo las consumen en su versión fresca. Por lo tanto, será más importante, aumentar el consumo total de estos alimentos, independientemente de si son congelados o frescos, y encontrar el que mejor se acomode a la vida de cada persona. Esto permitirá mejorar la nutrición y hacerla más diversa y práctica de implementar, asegurando que siempre se tengan disponibles frutas o verduras. Recuerda que en el mundo de las frutas y verduras, entre más colores y variedad mejor.


Legumbres enlatadas
Las legumbres son una muy buena fuente de fibra, que es ideal para una buena salud intestinal, además de que pueden prevenir enfermedades crónicas debido a sus múltiples beneficios y calidad nutricional.
Se mostró que las legumbres en conserva o enlatadas, pierden un 30% de su contenido de fibra comparado con hervirlas, sin embargo, siguen siendo saludables y aún así contienen una buena cantidad de nutrientes. Esta opción no es perjudicial a la salud y podrá contribuir a una alimentación saludable. Así que será mejor consumirlas mediante estas opciones a no consumirlas.
Con esto dicho…
Comer saludable no es eliminar todos los UP o procesados, es reducir la cantidad de ingredientes en los productos empaquetados que se escojan, compararlos uno a uno y elegir la opción con menos químicos añadidos posible aunado a lo que sea más sostenible al estilo de vida de cada persona.
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