
Una de las muchas amenazas a la vida independiente, es la pérdida de tejido muscular esquelético (TME) y la capacidad de movilidad corporal relacionada con la edad avanzada, lo cual, comúnmente se conoce como sarcopenia.
Otro factor de riesgo importante para la salud humana que conlleva a un declive funcional y metabólico, es la obesidad, la cual se presenta por una acumulación anormal y excesiva de Tejido Adiposo (TA). Ambas condiciones se han asociado con caídas repentinas, limitación en la movilidad, problemas óseos y así, generando ciertas discapacidades morfofuncionales.
Por lo tanto, la presencia de estas dos situaciones, se ha considerado con el término de Obesidad Sarcopénica. Existe una condición denominada pre-sarcopenia, la cual es una ligera disminución del TME y la sarcopenia es una afección donde hay una pérdida progresiva y generalizada de este tejido en todo el cuerpo, junto a una pérdida concomitante de fuerza muscular. Esta enfermedad se da frecuentemente en personas mayores, ya que son la población con mayor riesgo de padecerla, pero no es exclusiva de ellos.
La obesidad sarcopénica, presenta una reducción de masa magra y por ende, del TME con un aumento importante del TA. En la imagen 1, se observa una resonancia magnética, en la cual la persona tiene muy disminuido su TME, siendo las partes oscuras el TME y el TA las partes claras.

Indicadores relacionados con la obesidad sarcopénica
Existen indicadores como el IMC (Índice de Masa Corporal), que es una relación del peso corporal total con la talla de un individuo, sin embargo, la limitación de este indicador es que no hace diferenciación entre los diferentes tejidos, y la obesidad sarcopénica está basada en cambios en la composición corporal de TA y TME, por lo cuál este no es un indicador adecuado para realizar un diagnóstico de esta condición.
Para poder tener un diagnóstico adecuado, se deben estimar el TA y TME. Existen puntos de corte de ciertos porcentajes del contenido de grasa corporal que puede haber en un individuo. Entre los valores porcentuales de grasa corporal más comunes para un posible diagnóstico de obesidad pueden estar un 27-30% del peso total en hombres y en mujeres de un 38-40%.
.
Criterios de diagnóstico
La sarcopenia debe englobar estos tres elementos:
- Pérdida de fuerza muscular.
- Pérdida del TME.
- Disminución en la movilidad y velocidad de marcha.

Lo más adecuado es evaluar compartimentos corporales, como masa grasa o TA, entendiendo al TA como un elemento diferente al TME. Algunas de las técnicas utilizadas son:
Técnicas indirectas
- Pletismografía por desplazamiento de aire (Bod Pod).
- 3D Scanning.
- Absorciometría Dual de Rayos X (DXA).
Técnicas doblemente indirectas
- Bioimpedancia eléctrica (BIA).
- Antropometría.
Las técnicas que comúnmente se utilizan para tener un diagnóstico del TME son la Tomografía axial computarizada (CT) y Resonancia Magnética (RMI) en la estimación de TME. Sin embargo tiene un costo elevado, son poco accesibles y tienen un nivel de radiación elevado, por lo que no se recomiendan evaluaciones continuas a partir de estas dos tecnologías. Otra alternativa es un análisis por DXA, que es un método de referencia para el diagnóstico de osteoporosis y posible sarcopenia. Este equipo emite poca radiación, por lo que se puede hacer con bastante frecuencia.
Otro tipo de valoraciones más sencillas son el parámetro de Circunferencia Muscular del Brazo Relajado (<21 cm; < percentil 5) y la circunferencia de pantorrilla (<31 cm). También existe un cuestionario (Imagen 3) para la detección de sarcopenia llamado SARC-F en el cuál si se obtiene un puntaje >4, puede existir un riesgo padecimiento de sarcopenia.
Valoración de fuerza muscular: La fuerza del músculo es mayormente evaluada en extremidades superiores aunque la fuerza de miembros inferiores puede ser más relevante en el contexto de movilidad. Para esto, se puede utilizar un dinamómetro y los puntos de corte pueden variar pero pudieran ser aproximadamente 26-30 kg en hombres y 16-20 kg en mujeres.
Valoración de movilidad: Para evaluar la movilidad se puede realizar el test “Timed-Get-Up-and-Go”, que consiste en recorrer 10 metros de ida y de vuelta en menos de 20 segundos, aproximadamente 1 metro por segundo.
Masa muscular
La pérdida del TME, fuerza y función muscular se correlacionan y conducen a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades y reducir la esperanza de vida. Los músculos no sólo están relacionados con el movimiento o protección, ya que entre menos TME, hay una mayor fragilidad y al ser un órgano endócrino, puede alterar ciertas hormonas que se relacionan con diferentes vías metabólicas. Una de las principales son las que están relacionadas con la sensibilidad a la insulina, esto significa que si se ve disminuido este tejido, pudiera presentarse una menor sensibilidad a la insulina, aumentando el riesgo a contraer enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2. Los rangos normales del TME en porcentaje del peso total de un hombre joven y sano, es de 30-40%. En mujeres el promedio pudiera ser un 30%, siendo el valor de 20% bajo y 40% relativamente alto.
Tipos de Sarcopenia
Existe la sarcopenia primaria y secundaria: La sarcopenia primaria está relacionada con la edad y la secundaria con enfermedades como el cáncer, alteraciones metabólicas o digestivas, una nutrición inadecuada e inactividad física como el sedentarismo.
Envejecimiento
En promedio, a partir de los 25 años de edad, comienza un ligero descenso del TME, y puede presentarse con mayor rapidez, si hay una inadecuada alimentación, como una baja ingesta proteica y falta de ejercicio de fuerza cotidianamente. A partir de los 40 años, los adultos sanos pueden perder 8% del TME cada 10 años; después de los 70 años hay un 15% de pérdida por década.
El músculo esquelético está formado por numerosas fibras mediante las cuales se realizan las contracciones musculares que permiten generar movimiento. Existe una clasificación de tipos de fibras, las cuales son I y II, donde estas últimas se subdividen en IIa y IIX.
Las fibras tipo I se caracterizan por tener una capacidad aeróbica elevada, son más delgadas en diámetro en comparación con las IIX, las cuales tienen una capacidad elevada de generar fuerza pero poca resistencia. Las fibras IIa suelen ser consideradas como intermedias. Las fibras IIa y IIX son las que principalmente disminuyen con la edad por factores como el aumento de citoquinas pro-inflamatorias y el desuso.
Para evitar esto, se recomienda realizar ejercicio de fuerza, para así promover nuevas inervaciones de las conexiones que se dan entre los nervios y esto puede llevar a una buena contracción muscular, mejoría en movimiento, capacidad de fuerza, entre otros.
Un estilo de vida más saludable y activo disminuirá el riesgo a desarrollar estas dos patologías que están intrínsecamente relacionadas, pueden coexistir y causar efectos desfavorables a la salud.
Referencias:
- Nosotros PC. Explorando las Fibras Musculares: Tratado de Fisiología. www.elsevier.com. Elsevier; 2019.
- Goisser S, Kemmler W, Porzel S, Volkert D, Sieber CC, Bollheimer LC, et al. Sarcopenic obesity and complex interventions with nutrition and exercise in community-dwelling older persons–a narrative review. Clin Interv Aging. 2015;10:1267–82.
- Cruz-Jentoft AJ, Bahat G, Bauer J, Boirie Y, Bruyère O, Cederholm T, et al. Sarcopenia: revised European consensus on definition and diagnosis. Age Ageing. 2019;48(1):16–31.
- Kuriyan R, Thomas T, Kurpad AV. Total body muscle mass estimation from bioelectrical impedance analysis & simple anthropometric measurements in Indian men. Indian J Med Res. 2008;127(5):441–6.
- Metter EJ, Talbot LA, Schrager M, Conwit R. Skeletal muscle strength as a predictor of all-cause mortality in healthy men. J Gerontol A Biol Sci Med Sci. 2002;57(10):B359-65.
- Lang T, Streeper T, Cawthon P, Baldwin K, Taaffe DR, Harris TB. Sarcopenia: etiology, clinical consequences, intervention, and assessment. Osteoporos Int. 2010;21(4):543–59.
- Janssen I, Heymsfield SB, Wang ZM, Ross R. Skeletal muscle mass and distribution in 468 men and women aged 18-88 yr. J Appl Physiol.. 2000;89(1):81–8.
- León, H.H.; Melo, C.E.; Ramirez, J.F. Role of the myokines production through the exercise. Journal of Sport and Health Research. 2012; 4(2):157-166.
- Cauley JA. An overview of sarcopenic obesity. J Clin Densitom. 2015;18(4):499–505.
- Gallagher D, Heymsfield SB, Heo M, Jebb SA, Murgatroyd PR, Sakamoto Y. Healthy percentage body fat ranges: an approach for developing guidelines based on body mass index. Am J Clin Nutr. 2000;72(3):694–701.
- Padilla Colón CJ, Ferrer HL, Cintron-Velez G, Molina-Vicenty I. Advances in the Treatment of Muscle Mass Loss and Sarcopenia. J Muscle Health. 2018; 2(1): 1010.
- Heymsfield S, Lohman T, Wang Z, Going S. Composición corporal. 2ª ed. México: Mc Graw Hill; 2007.
- Gallagher D, Heymsfield S, Heo M, JebbS, Murgatroyd and Sakamoto Y. Healthy percentage body fat ranges: an approach for developing guidelines based on body mass index. Am J Clin Nutr 2000; 72:694-701.
- Frisancho R. New norms of upper limb fat and muscle areas for assessment of nutritional status. Am J Clin Nutr 1981;34: pp. 2540-2545.
- Suverza A, Haua K. El ABCD de la evaluación del estado de nutrición. México: McGraw Hill; 2010.
- Cruz-Jentoft AJ, Baeyens JP, Bauer JM, y col. Sarcopenia: European consensus on definition and diagnosis: Report of the European Working Group on Sarcopenia in Older People. Ageing: 2010;39(4):412-23.
- Mancillas E, Ramos S, Morales P. Fuerza de prensión manual según edad, género y condición funcional en adultos mayores Chilenos entre 60 y 91 años. Rev Med Chile 2016; 144: 598-603.
- López-Plaza B, Gomez-Candela C, Bermejo LM. Problemática nutricional relacionada con la fragilidad y la sarcopenia en personas de edad avanzada. Nutr Hosp 2019;36(N.o Extra 3):49-52.