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Síndrome de Burnout

El síndrome de burnout (SB) es una respuesta al estrés crónico y conlleva dimensiones físicas y psicológicas que incluyen actitudes y sentimientos negativos hacia el trabajo, la vida y otras personas como resultado de agotamiento, desesperación o desesperanza en las personas. Algunas de las consecuencias de esta condición son la ineficiencia laboral, fatiga e indiferencia. Se ha observado una mayor prevalencia en personas entre los 30 y 40 años. Otras formas de llamarle a este síndrome son síndrome de desgaste profesional, síndrome de sobrecarga emocional, síndrome del quemado o síndrome de fatiga en el trabajo.

El SB fue declarado en el año 2000 por la Organización Mundial de la salud (OMS) como un factor de riesgo laboral debido a su capacidad para afectar la calidad de vida, salud mental e incluso hasta de poner en riesgo la vida.

A pesar del reconocimiento del SB como un factor de riesgo por la OMS y por parte de médicos y profesionales de la salud, el SB no se considera una enfermedad ni un trastorno mental.

Causas

Este síndrome es un proceso multicausal y muy complejo al que se le pueden atribuir diversas razones, además del estrés, se ven involucradas variantes como una crisis en el desarrollo de la carrera profesional, pobres condiciones económicas, sobrecarga laboral, pobre orientación profesional y aislamiento. También va a influir la edad, la experiencia de la persona en el entorno laboral, el ambiente familiar, la estabilidad emocional o autoestima y el tipo de personalidad, ya que características como competitividad, impaciencia o perfeccionismo pueden aumentar el riesgo de padecer este síndrome. Muchas veces, personas jóvenes por la necesidad de ser un profesional de prestigio a toda costa y conseguir un alto estatus económico, sacrifican su salud mental.

¿De qué se compone el SB?

En este se identifican 3 componentes:

  • Cansancio o agotamiento emocional: Caracterizado por una pérdida progresiva de energía, desgaste y fatiga.
  • Despersonalización: Construcción, por parte de la persona afectada, de una defensa para protegerse de los sentimientos de impotencia y frustración.
  • Abandono de la realización personal: El trabajo pierde el valor que tenía para el sujeto.

Estos componentes se presentan de manera paulatina y pueden repetirse a lo largo del tiempo, por lo que una persona los puede experimentar varias veces en distintas etapas de su vida.

Signos de alarma: Algunas de las manifestaciones con las que debemos estar alerta son las siguientes:

Niveles del síndrome de Burnout

Este se divide en 4 niveles, los cuales son:

  • Leve: quejas vagas, cansancio, dificultad para levantarse a la mañana
  • Moderado: cinismo, aislamiento, suspicacia, negativismo.
  • Grave: enlentecimiento, automedicación con psicofármacos, ausentismo, aversión, abuso de alcohol o drogas.
  • Extremo: aislamiento muy marcado, colapso, cuadros psiquiátricos, suicidios.

Existen diversas pruebas utilizadas para diagnosticar este síndrome que constan de enunciados y cuestionamientos sobre los sentimientos y pensamientos en relación con la interacción con el trabajo, como el Maslach Burnout Inventory (MBI) o el Copenhagen Burnout Inventory (CBI).

Tratamiento y prevención

Las estrategias que han mostrado ser más eficientes son el soporte social y emocional, la actividad física y el autocuidado de la salud física y emocional. Algunos mecanismos asociados a un menor burnout o agotamiento son el establecimiento de límites, pasión por el trabajo elegido, expectativas realistas y la organización.

Se recomienda que se encuentre un equilibrio entre las áreas vitales de la vida que son la familia, los amigos, aficiones, descanso y trabajo.

Consecuencias

Se ha visto que este síndrome es un problema común e importante que afecta a muchos trabajadores y en particular a profesionales de salud, además de ser perjudicial en el rendimiento laboral y la salud mental, se ha visto que puede incrementar la incidencia de infecciones y accidentes. En un estudio conducido en Estados Unidos, los doctores diagnosticados con este síndrome se encontraron con una mayor prevalencia de prescripciones de antibióticos por problemas de Infecciones agudas del tracto respiratorio superior como neumonía, bronquitis y gastroenteritis.

Adicional a esto, 43 trabajadores tuvieron antecedentes de un accidente en el último año como pequeños infortunios en casa, accidentes de auto, fracturas de hueso y esguinces.

Aunque existen números limitados de estudios sobre la relación entre el SB y una mayor prevalencia de accidentes o infecciones, se ha reportado que a medida que la tasa de SB aumenta, el índice de autoprotección de los empleados frente a las infecciones disminuye.

Referencias

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